Imagínate que te despiertas y recibís un aviso en tu móvil que el paciente que operaste anoche está perfectamente estable…
O, al revés, que algo anda mal.
Lo increíble es que no es la enfermera la que te avisa. O un médico residente. Es una IA (Inteligencia Artificial) que lo hizo sin que hayas tenido que revisar nada.
Actualmente, hay médicos que reciben avisos de este «ente» de su consultorio con resumen y análisis del caso, imágenes, signos vitales y alertas.
Y saben cómo evolucionan los pacientes y también si algo no va bien.
Usar la IA en la medicina, de manera cotidiana, puede sonar a ciencia ficción, pero no tanto como crees. Actualmente, algunos médicos (los que no quieren quedarse atrás -ni ser «ventajeados» por los pioneros) ya están adoptando versiones tempranas de la IA como asistentes de sus consultorios: scribes ambientales, resúmenes automatizados, alertas inteligentes. Y más…
Pero «no todo lo que brilla es oro»
Varias veces en la semana leemos titulares que dicen cosas como:
“La IA eliminará al médico en 2030”
“Diagnóstico automático: ya no necesitas especialidad”
“Adiós médicos: que venga la IA”
Spoiler alert: esos artículos a menudo son humo, «buscadores» del click fácil.
Por otro lado, es verdad que actualmente sí podemos hacer muchas cosas «con y gracias» a la IA.
En este cuadro simple te cuento qué está respaldado con evidencia (y qué es más de un capítulo de Black Mirror).
Lo que dicen vs. lo que muestra la evidencia
| Mito / Titular exagerado | Lo que la evidencia soporta |
| “La IA diagnostica sola sin médico” | No hay pruebas robustas de que una IA domine el razonamiento clínico complejo. Los sistemas apoyan, no reemplazan. |
| “Consultorio 100 % AI, sin papel ni clínicas” | Las tecnologías actuales ayudan con documentos y alertas, pero siempre con revisión humana |
| “Pacientes recibirán monitoreo con IA 24/7” | Los sensores son reales, pero integrarlos con seguridad clínica aún es desafío. |
