Imagina que es martes por la mañana. Te preparas un café mientras tu celular vibra.
Es un mensaje: “Paciente Carla: ánimo estable, sin crisis. Vigilancia rutinaria recomendada.”
No es Carla quien lo mandó, ni su familiar. Es tu propia «IA» (Inteligencia Artificial) que monitorea sus respuestas semanales al cuestionario, tono de mensajes, patrones de sueño y hasta su voz. Se «da cuenta» si va todo bien…o no.
Y te avisa.
Suena a película futurista, pero algunas versiones iniciales de estas herramientas ya están siendo probadas por algunos psicólogos inquietos que no quieren quedarse rezagados.
Y aunque los titulares aman decir cosas como:
«La IA reemplazará al psicólogo en poco tiempo»
«Terapia automática: chateá y te curo»
«El futuro es IA, los psicólogos sobran»
No es cierto. Al menos, no lo es a la fecha actual.
La verdadera revolución será más sutil, y depende de cómo la incorpores.
En este artículo te muestro lo que la evidencia respalda hoy, lo que aún es especulación, y cómo tú —psicólogo/a— deberías (si no quieres quedarte atrás) comenzar a usar IA ahora para mejorar tu práctica
Mito / titulares exagerados | Lo que la evidencia revela | |
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“La IA puede sustituir sesiones terapéuticas con humanos” | Ningún estudio serio certifica que la IA reemplace el vínculo terapéutico profundo. Los chatbots pueden apoyar, no sustituir. | |
“Terapia 24/7 con bots inteligentes” | Los chatbots pueden brindar apoyo entre sesiones, pero la supervisión humana sigue siendo esencial. | |
“IA que lee tu mente y anticipa crisis” | Algunos modelos pueden detectar señales (patrones de lenguaje, estrés) pero no es infalible: riesgo de falsos positivos o falta de contexto. |
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Qué hay hasta ahora de real en todo esto?
Te cuento algunos casos reales, ensayos y experimentos:
. Chatbots conversacionales: una revisión sistemática reciente halló que los agentes conversacionales de IA pueden significar reducción de ansiedad y mejora en bienestar subjetivo en poblaciones generales.
. En una prueba clínica pionera registrada en NEJM AI, el chatbot Therabot mostró mejoras significativas en síntomas subjetivos de los participantes.
. Estudio con el chatbot Friend en zona de conflicto: se comparó con psicoterapia presencial tradicional. Aunque la psicoterapia humana fue más eficaz en reducir ansiedad, el chatbot ofreció apoyo escalable en contextos donde no hay acceso.
.Otro escenario: investigadores analizando millones de chats de terapia textual lograron predecir satisfacción del paciente y resultados asociados con ciertos estilos conversacionales. Eso abre la puerta a usar IA para optimizar lo que funciona en terapia.
. En un estudio comparativo reciente, ChatGPT como «coordinador» conversacional fue calificado por residentes en medicina como más empático que respuestas de médicos en ciertas preguntas abiertas. Aunque no es terapia directa, sugiere el potencial de IA para responder humanos a primera demanda.
Pero ojo: también hay ALERTAS fuertes!
La IA fue entrenada para ser obsecuente, complacernos, decirnos lo que queremos escuchar. De algún modo, confirmar nuestros propios «sesgos».
Por ejemplo, un informe de Stanford advierte que los chatbots podrían reforzar estigmas, responder de modo paternalista o malinterpretar crisis emocionales graves.
Hay casos donde habría ayudado a personas a autolesionarse o incluso cometer suicidio.
Por eso, la idea no es que la IA reemplace al psicólogo, sino que los psicólogos aprendan cómo la IA hoy puede ayudarlos (sin convertirse en ingeniero en informática)
Ejemplos concretos a la fecha:
Chat de soporte entre sesiones: puedes usar un chatbot AI controlado (con supervisión) para ofrecer contención leve: mensajes, preguntas breves, ejercicios simples. No es reemplazo de sesión, sino puente. Se podría usar para pacientes sanos que solo buscan alivio ocasional. Y se entrena para que hable, responda, interprete y actúe como tú.
Generador de planes de intervención / ejercicios: pídele a la IA que te genere propuestas de ejercicios cognitivos, tareas de exposición, rutinas de afrontamiento según el diagnóstico. Siempre contigo que los adaptas y supervisas.
Resumir sesiones largas: se graban con una IA y se transcriben (con consentimiento) y luego la IA extrae los puntos clave, «lo que cambió» y posibles líneas de exploración la próxima vez.
Analizar mensajes o diarios del paciente: si tienes pacientes que mandan textos, diarios emocionales o registros de sueño/hábitos, la IA puede ayudarte a detectar patrones emocionales lingüísticos o alertas tempranas.
Estimular ideas de contenido profesional: puedes usar fácilmente a la IA para publicar artículos, posts o incluso ebooks o cursos y talleres, sin tener que adivinar sino sabiendo de antemano qué temas le preocupan a tus potenciales pacientes. Luego, ese contenido, lo corriges y personalizas.
Mapa de riesgos / crisis: entrenas a una IA para que «marque» señales como «frases suicidas», «autoagresión», «disonancia severa», etc en entradas del paciente y que te envíe alertas para revisión urgente.
Entrenarte como «terapeuta + IA»: actualmente, en poco tiempo, puedes usar a la IA para «role playing» y entrenarte: simula diálogos con supuestos clientes, pedirle feedback sobre empatía, estilo, claridad de tus intervenciones, etc
IMPORTANTE:
Sabemos que la IA puede «alucinar» (inventar contenido), confundir contextos emocionales o ignorar matices no verbales.
Hay riesgo real de dependencia emocional: que el paciente priorice al chat por ser «más fácil» o inmediato.
En casos de crisis suicida, IA no puede reemplazar juicio humano ni intervención inmediata.
Necesario consentimiento informado explícito: el paciente debe saber qué procesa la IA y con qué limitaciones.
Sesgos culturales, idiomas, metáforas locales: la IA puede no captar ciertas expresiones emocionales propias de tu país o región.
Por eso, es esencial que la figura del psicólogo humano aparezca siempre, para guía, corrección, validación, supervición, etc.
Conclusión:
La IA no viene a ser tu reemplazo, sino tu asistente invisible que ayuda a simplificar cosas complejas y amplificar alcance y calidad. Un psicólogo «post-IA» no será quien abandona la terapia, sino aquél que la transforma con herramientas que permiten más impacto, mejor seguimiento y menos desgaste, ahorrando energía y tiempos de manera real y concreta.
Si te gustaría aprender paso a paso cómo usar IA y así tener más tiempo libre y resaltar sobre el resto como un profesional actualizado, estoy preparando un curso de 4 semanas para psicólogos en este tema.
Todo desde cero, con ejemplos tangibles y éticos, para que no dependas de un bot, sino que seas tú quien lo «domine».
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Abrazo a la distancia!
Pablo Ciccone